Convertirse en un líder comunitario en el Canal: La historia de Rosa

El viaje de Rosa a Estados Unidos desde México estuvo motivado por su deseo de seguridad para ella y sus hijos. La violencia y las agresiones constantes en su comunidad la empujaron a tomar la más difícil de las decisiones: dejarlo todo en México y empezar de nuevo en un lugar que esperaba le ofreciera seguridad y oportunidades. Finalmente, en 2001, llegó al barrio del Canal de San Rafael con sus hijos.

«No quería que mis hijos pasaran por lo mismo que yo… que vivieran asustados por todas esas cosas horribles que me ocurrían a mí y a mi alrededor», comparte.

Rosa recuerda que en 2001, cuando llegó a la zona del Canal, las redadas del ICE eran frecuentes y ella era testigo habitual de cómo se destrozaba a las familias, que cada redada dejaba «un rastro de tristeza, ansiedad y depresión en la comunidad». Para Rosa, era una nueva realidad desgarradora en su nuevo hogar.

«Era tan triste ver cómo se destrozaban las familias con las redadas del ICE. Había tanta tristeza, ansiedad y depresión apoderándose de mucha gente. Me sentí impotente cuando llegué por primera vez en 2001, pero ahora sé que puedo marcar la diferencia», reflexiona Rosa. Dice que fue en esos momentos de impotencia cuando encontró su vocación: ayudar a otras personas que vivían con el mismo miedo y la misma incertidumbre que ella había conocido una vez.

Durante la pandemia, Rosa entró en el campo de la sanidad aquí en Estados Unidos, dedicándose a ayudar a los demás en sus momentos de necesidad. Durante cuatro años, ha servido a su comunidad, todo ello mientras aprendía inglés, mejoraba sus habilidades e intentaba proporcionar una vida mejor a sus hijos. Sabía que su camino no sería fácil, pero su amor por ayudar a la gente la hizo seguir adelante.

«Me encanta mi trabajo. Desde que era pequeña, siempre me ha gustado ayudar a los demás. Mi sueño es continuar mi carrera en la asistencia sanitaria y mi próximo paso sería convertirme en Asistente de Enfermería Certificada (CNA) a través del programa de Canal Alliance.»

A pesar de haber oído hablar de Canal Alliance durante más de dos décadas, Rosa dice que no se involucró con la organización hasta 2020, durante la pandemia. Impulsada por el deseo de ayudar a sus vecinos, empezó a repartir folletos y a llamar a las puertas para dar a conocer los recursos que Canal Alliance ofrecía.

Antes de esto, Rosa ya se había centrado en mejorar sus conocimientos de inglés. Se matriculó en el College of Marin para ampliar sus estudios y dice que siempre había estado interesada en hacer cursos de ESL en Canal Alliance. Finalmente, en otoño de 2024, dio el salto y se matriculó en esos cursos.

«Los profesores son de gran ayuda y lo explican todo con mucha precisión y claridad», dice Rosa, agradecida por la claridad que le ha proporcionado el programa. «Estas clases me han ayudado mucho a comunicarme en mi trabajo en la sanidad y también con mis hijos. Puedo expresarme más».

Según Rosa, su conexión con Canal Alliance ha sido transformadora. Ahora está trabajando para hacer el curso de CNA de Canal Alliance en los próximos meses, todo ello mientras participa en las clases de ciudadanía.

«Siempre estoy muy ocupada con las oportunidades que Canal Alliance ofrece y por eso estoy muy agradecida», dice, «Canal Alliance me ha ayudado personalmente, porque a veces quieres pertenecer a algo y puede ser muy triste o solitario, pero con todos estos recursos y oportunidades diferentes, me ha cambiado la vida.»

Rosa también está profundamente comprometida con su comunidad. Participa en el programa local Voces de Canal. Con ellos, trabaja incansablemente para concienciar y poner en contacto a la gente con los servicios y recursos que sabe que están disponibles.

«Quiero que en estos tiempos todo el mundo se una», dice Rosa. «Sé que hay mucha gente en el Canal que quiere ayudar pero a menudo siente que no puede por la barrera del idioma. Ahora, más que nunca, la gente tiene que ser comprensiva con los demás y unirse. La comunidad debe ser fuerte unida».

El compromiso de Rosa está alimentado por el amor que siente por sus tres hijos. «Mis tres hijos son los motores que me mantienen en marcha», dice, con una sonrisa suave pero orgullosa dibujándose en su rostro. «Sé que mucha gente de la comunidad se siente así, así que quiero estar ahí para ayudarles».

Aunque Rosa vivió en el barrio del Canal durante más de 20 años, ahora reside en otra parte de San Rafael. Sin embargo, su implicación en la comunidad sigue siendo tan fuerte como siempre. Dice que le encanta el sentimiento de unidad y pertenencia que ofrece el barrio del Canal, y anima a cualquiera que necesite ayuda a acudir a Canal Alliance.

«Le diría a cualquiera al cien por cien que viniera a Canal Alliance porque ofrecen muchos servicios. Algunos de los servicios que ofrecen sorprenderían a la gente de la comunidad», dice convencida al señalar que no mucha gente sabe que Canal Alliance ofrece ayuda para obtener el carné de conducir o la despensa semanal de alimentos.

El sueño de Rosa para el futuro está cerca de su corazón: seguir ayudando a los que la rodean, compartir las oportunidades que la han ayudado a ella y animar a otros a encontrar la fuerza en su comunidad. A sus ojos, su viaje está abriendo nuevos capítulos en su vida.

«Canal Alliance me ha ayudado personalmente y me ha hecho una persona más fuerte», concluye Rosa. «No se trata sólo de recibir ayuda. Se trata de devolverla. Quiero formar parte de algo más grande, ser parte del cambio».

La historia de Rosa es un testimonio del poder de la comunidad, de la resiliencia y de la creencia de que no importa de dónde vengas, puedes crear un futuro mejor: para ti, para tus hijos y para los que te rodean.

*El nombre del cliente fue cambiado para su protección.

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