Laura Jiménez-Diecks, Supervisora de Programas Comunitarios en el equipo de Servicios Sociales (SS) de Canal Alliance, tiene un trabajo ecléctico.
Algunos días puede encontrar a Laura embolsando pollo o verduras en la despensa semanal de alimentos de Canal Alliance. Otras mañanas puede estar sentada con un cliente para completar una solicitud de empleo en línea, hacer tarjetas de presentación para un ama de llaves o completar un formulario de inscripción de CalFresh o MediCal. El departamento de servicios sociales trabaja incansablemente para abordar las necesidades más inmediatas de los clientes de Canal Alliance (vivienda, seguridad alimentaria, inscripción en atención médica, acceso al trabajo, orientación del sistema de tránsito, por nombrar solo algunas) y también profundizan, a través de nuestro programa de trabajo de casos.
Después de la admisión inicial, Laura y el equipo programan sesiones privadas más largas con los clientes para explorar lo que hay más allá de sus necesidades más apremiantes, remitiéndolas a otros departamentos de Canal Alliance para capacitación laboral, clases de inglés, apoyo legal de inmigración, terapia, programación extracurricular para sus hijos y más. Como ella dice, todos en el equipo sirven como buscadores de caminos para los clientes, elaborando soluciones y recomendaciones basadas en las circunstancias específicas de cada individuo.
Este papel de «navegante» no es nuevo para Laura; su propia familia se mudó de México a los Estados Unidos cuando ella tenía solo 18 años. Sus padres dependían en gran medida de ella para que la apoyara con las tareas de la vida diaria, dado que tenía el inglés más competente de la familia. Pagaba las facturas telefónicas, llamaba al consultorio del médico para programar citas y traducía el correo entrante. Aunque sintió el peso de este papel cuando era adolescente, ahora le queda bien, dice. Extrovertida por naturaleza, encuentra energizante el trabajo cara a cara con los clientes. El trabajo con el cliente habla de algo que su padre, que ya falleció, también le enseñó: a servir. Hacer todo lo posible para mejorar aún más la vida de una persona siempre que sea posible. «Estos valores nos fueron inculcados desde el principio», dice Laura, quien ahora describe su carrera como una extensión natural de lo que es. También es uno que surgió orgánicamente.
Laura comenzó en Canal Alliance como voluntaria, primero viniendo ocasionalmente para organizar armarios y apoyar al personal de admisión en la recepción. Ella recuerda que un día, un cliente entró con una citación del jurado y Laura recuerda vívidamente su temor de que si no respondía con precisión al documento, enfrentaría tiempo en la cárcel. Ella ofreció su ayuda; Completaron la citación juntos y, dice, fue entonces cuando comenzó a sentir que lo que su padre siempre le había dicho era cierto: que un pequeño acto puede mejorar un poco la vida de alguien, y que eso es suficiente.
Eventualmente, Laura se unió al personal de Canal Alliance, primero como especialista en admisión y eventualmente creciendo hasta convertirse en administradora de casos. Ella dice que lo que la trae de regreso al trabajo día tras día es saber, y presenciar, a diario, las formas en que los servicios de Canal Alliance brindan esperanza a los clientes. «Mucha gente viene a nuestras puertas aterrorizada o sintiéndose sola, sintiendo que han llegado a un callejón sin salida. Los tratamos con dignidad y respeto y trabajamos para resolver los desafíos que enfrentan. También nos aseguramos de hacer todo lo posible para aliviar ese sentimiento de soledad. Todas las dificultades se sienten más ligeras cuando se comparten», dice Laura.
De las muchas alegrías que le brinda su papel en Canal Alliance, las relaciones que ha construido a través de la despensa de alimentos se encuentran entre las más preciadas. «Los clientes vienen semana a semana, así que disfruto de la continuidad», dice Laura. «Y en este punto, estas son personas que conozco desde hace años, a quienes hemos apoyado en algunos de los momentos más difíciles de sus vidas: llegar a este país, encontrar vivienda, encontrar trabajo, curarse del trauma. Algunos de los mejores abrazos que he recibido han sido los martes por la mañana en nuestra despensa de alimentos. Creo que se trata de la profundidad de las relaciones que hemos formado», dice, «pero creo que también se trata de la comida».
«La comida y el amor son lo mismo en la cultura latina», dice. Según Laura, cuando era niña y pasaba por la casa de su tía favorita, su tía le ofrecía ‘albóndigas’ antes de abrazarla. Los platos favoritos de la infancia de Laura, ‘sopa de pasta’, ‘arroz rojo’ y ‘arroz con frijoles y pollo’, ahora se los ha transmitido a sus hijos. «En mi familia, tienes que saber cómo hacer un buen arroz», dice. Riendo, Laura cuenta que para un próximo viaje para visitar a su hijo en Filadelfia, empacará sus mejores ramas de comino, orégano y canela en su equipaje; el comino y el orégano para la sopa de pasta que le rogará que haga, la canela para el café mexicano que planea preparar. «Preparar comida y comer juntos es la forma en que mostramos amor», dice.
A medida que se acerca el otoño, Laura espera con ansias su tiempo en la despensa de alimentos de Canal Alliance. Ella dice que a medida que el aire comienza a volverse fresco, la energía entre los clientes también comienza a cambiar, que con solo estar cerca puede sentir la emoción de visitar a la familia, pasar tiempo juntos en la mesa y compartir recetas familiares. «Es un sentimiento de unión, de apoyo y de abundancia en la fila de la despensa de alimentos en otoño e invierno», dice Laura. «No es de escasez como uno podría imaginar».
La propia Laura se relaciona con este sentimiento. De niña adoraba cuando cambiaban las estaciones en la Ciudad de México; recuerda los días más fríos, las noches más largas. Recuerda una suave manta de lana en la sala de estar y una sensación segura y cálida de estar encerrada por la creciente oscuridad del invierno. Y recuerda un plato caliente de sopa de pasta en la mesa frente a ella.